Acabamos de terminar unas diez jornadas de rodaje arduas y de mucho frío. Las primeras fueron en interiores, pero a pesar de ello se tornaron más frías y sórdidas por el lugar elegido: las celdas de la ex jefatura donde eran llevadas detenidas las trabajadoras sexuales. La experiencia vivida fue muy fuerte para todos, actores y técnicos…la sensación era la de “estar a la intemperie”, como perras de la calle, peor que en la calle. Así lo sentimos y así lo filmamos. La indefensión, el olor a humedad y la soledad eran los ecos que quedaban de tantos hombres y mujeres que por allí pasaron.
Luego vinieron escenas en el interior de un sindicato… el de las mujeres meretrices; con afiches de la CTA y distintas banderas que con su estilo tan particular el flaco Vega (nuestro Director de Arte) creó la escenografía bien parecida al verdadero sindicato.
Otra jornada fuerte y larga fue la escena entre Gustavo Guirado y Alejandra Codina, El Polaco y La Negra con sus contradicciones a cuestas, y un amor clandestino y apasionado. El talento de ambos actores y el esfuerzo desinteresado del equipo técnico hizo que nos bancáramos con éxito una muy extensa jornada que terminó a las 5 A.M
Nos esperaban días un poco más gratos como las escenas en el interior de la casa de La Negra, el cumpleaños de su hija (la pequeña actriz Lucía Martínez Alarcón) quien demostró su incipiente capacidad para trabajar en cine…eso de esperar, y esperar para repetir una y muchas veces el mismo parlamento. Destaco aquí también la gran colaboración de los papás de todas las pequeñas actrices que acompañaron estas escenas.
Cada jornada, para los que no lo saben, comienza muy temprano con el traslado de los equipos hasta la locación y al finalizar se vuelve a trasladar todo a su lugar de origen algunas horas después de la medianoche; tarea que fue emprendida por el equipo de fotografía y producción: Juani, el Chula, Conrado, Andrés, el Colo, Hugo, Bernardo, Natalia, Ariadna, Agustín, Pablo, Cecilia, Fede y hasta la mismísima productora Nanci Torres. Si uno se pregunta ¿Qué es lo que impulsa a todo el grupo a esta proeza de cargar tachos de luz a las 3 de la madrugada después de una intensa jornada de trabajo? La respuesta es: la pasión de hacer cine a toda costa y por supuesto la íntima convicción de que empiece a ser muy pronto un trabajo bien pago del que podamos vivir dignamente.
Después del anuncio climático donde había probabilidad de “agua nieve” tomamos la decisión de suspender el rodaje hasta que pase el temblor…Y entonces el día miércoles estábamos con guantes y bufandas preparados para nuestro “Exterior Noche”; jornada que se llevó a cabo en los alrededores del Patio de la Madera y que culminó con un rico arroz con pollo calentito.
Una de las noches, acompañadas por la buena onda y excelente participación de Haydee Calzone y Gabriela Parodi con sus mini faldas y escotes pertinentes para la escena, tuvimos la inesperada y sorpresiva presencia de Macarena, la hija de Sandra Cabrera y su abuelo Sergio con quienes mantuve una extensa charla en un intervalo del rodaje. Particularmente me sentí conmovida y movilizada, los invité a las próximas jornadas donde acudieron también los 4 hermanos de Sandra a los que reiteré mi compromiso en reivindicar su lucha, su vida y aportar desde el cine documental una herramienta que posibilite el debate sobre un crimen impune, justamente a poco de ser cerrada la causa por falta de pruebas.
La jornada de mayor despliegue fue quizás la del día sábado donde en la esquina de Pje. Marchena y San Lorenzo un patrullero cedido por la Jefatura de Policía dio comienzo a una escena de acción donde La Negra y sus compañeras son detenidas y llevadas violentamente. Aquí contamos con la colaboración atenta y desinteresada de los vecinos quienes además se mostraban deseos de hablar sobre la vida y la muerte de quien fuera una respetable vecina. No suelo creer en las casualidades y por ello bien vale la pena contar la anécdota; desde hace mas de un año, cuando ni siquiera sabía que iba a ganar este premio, me puse a investigar a fondo y luego a recorrer la zona donde hacer las fotos que debía enviar para el concurso. Fue entonces que elegí la esquina de Pje. Marchena y San Lorenzo sencillamente porque era una cortada y en la ochava había un frente antiguo con unas puertas muy viejas, entonces pensé “estéticamente este es el lugar para una de las escenas”. Y así quedó decidido por el mes de octubre del año pasado. Grande fue mi sorpresa cuando al concretar la escena días pasados los vecinos me dicen que justo al lado de esa esquina, en la puerta contigua vivía Sandra Cabrera.
Azar…destino o casualidad?
Quiero agradecerles a cada uno de ustedes el esfuerzo, la paciencia, el trabajo serio y comprometido y la resistencia al frío que pasamos en esta etapa de rodaje. Cuando pienso en todo lo que entregaron siento que estamos devolviendo algo a la lucha de tantas «Sandras» indefensas y vulnerables frente al sistema perverso que deja mensajes mafiosos.
Queda aún una segunda etapa con fecha a confirmar donde habrá nuevos testimonios y la escena de la bailarina; después seguramente haremos la merecida «Fiesta de final de rodaje».
GRACIAS POR LOS ENCUADRES, LAS DISCUSIONES, LOS APORTES, Y EL INMENSO ESFUERZO!
Un abrazo fuerte y apretado
LUCRECIA
Comentarios